viernes, 31 de mayo de 2013

Deriva del sistema escolar: LOMCE.

La deriva del sistema escolar desde su implantación generalizada en occidente después de la II Guerra Europea (Mundial) podría resumirse en la sustitución  de la simpatía (Adam Smith) y emulación (Owen, Stow, Jardine), por la competencia y la cooperación (¿Malthus?). La LOMCE, en el fondo, avanza por el camino de la competencia y la cooperación. Breve, pero tiene el asunto para  un rato; el cambio del sustrato, o sustento, del sistema escolar vigente es lo  que buscaba con este blog; no sé si sé seguir, porque no creo que podamos volver atrás, no nos vale el modelo vigente (no alcanza los fines que floreadamente se le asignan), y después de bastantes años de búsqueda no encuentro otro camino que enrocarse en modificar lo existente, pero sin salir del bucle.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Manifiesto II: ¡No a los autócratas!

Con el mismo lazo gris, y debajo de ¡No a los corruptos!, convendría añadir otro manifiesto: ¡no a los autócratas! Vayamos por partes.

Los Comisarios de la UE son algo así como "subsecretarios", aunque aparenten que son como "ministros" de la UE, porque, al menos en la letra, tienen por encima a los ministros del ramo de cada país de la UE reunidos como tales, y a los jefes de gobierno, cuando se reúnen como tales. Vamos, que unos meros y simples "subsecretarios".

Hete aquí que la crisis, recesión, depresión y demás males que nos han caído encima, estos "subsecretarios",a los que les a dado voz y voto, y, sobre todo, decisión y poder de amenazar,  según parece, la Merkel (o Alemania unida, o reunificada, vaya), han pasado a primer plano, y mangonean por todos lados.

Tienen el poder de poner fechas de vencimientos, de dar dinero a crédito con "condicionalidades" en vez de con condiciones, como si la condicionalidad fuera más abstracta que la condición, de dar premios y castigos, siendo los premios solo de palabra, y los castigos con la fusta.

Lo más grande a lo que puede aspirar una persona con poder, también lo disfrutan; no tiene que dar cuenta pública a nadie. 

Son, por todo ello, autócratas; traducido al castellano, "gobiernan por sí solos", y esto no es ni tolerable, ni soportable, ni admisible. ¡No a los autócratas!.

(Nota de socorro: si es admisible este nuevo grito de protesta, necesito ayuda para poner el grito debajo del que rechaza a los corruptos. SOS: a quien sepa hacerlo.)

sábado, 25 de mayo de 2013

Acceso a la Universidad según la LOMCE.

La entrada que escribí el 9 de noviembre de 2012 tiene un primer párrafo, que copio:

  • El acceso a estudios universitarios, a partir de la LOMCE, exigirá superar seis cedazos. Al concluir tercero de primaria, sexto de primaria, tercero de la ESO, cuarto de la ESO, segundo de bachillerato, y las pruebas de admisión que cada Universidad y/o Facultad establezca.

Una carta al director en la edición de El País de hoy, 25 de mayo de 2013, denuncia una perversión más de esta ley del ministro, que llega a tal categoría desde su posición de tertuliano, Wert. Tal como indico la LOMCE suprime la PAU común a todo el país, que da hoy acceso al distrito único universitario, y la deja el arbitrio de la cada Universidad. ¿Un alumno, bajo el mandato de la LOMCE, deberá hacer una "Prueba de Acceso a la Universidad" (PAU) en cada universidad, e incluso facultad, en la que pretenda ingresar? ¿En qué fechas? ¿Cuándo sabrá si le han admitido? No hay más que una solución; pruebas de admisión durante 2º de Bachillerato, dejando en suspenso la admisión a la conclusión de ese último curso; es lo que ocurre desde hace muchos años en ICADE, por ejemplo. El redactor del carta al director llama a esta consecuencia daño colateral, demostrando con ello una muy buena intención: "aviso a navegantes".

Estos seis cedazos son los que permiten al tertuliano ascendido a ministro afirmar, y repetir, que su ley, además de permitir recortes, es decir, menos inversión en el sistema escolar, va a posibilitar un mejor rendimiento académico; claro, porque los alumnos deberán demostrar seis veces en sus primeros dieciocho años de vida que saben todo aquello que el Ministerio ha dicho que hay que saberse.

viernes, 24 de mayo de 2013

Lo fuerte, si breve, es más fuerte.

No tengo ninguna predilección por las escuelas Walford, ni por la teoría pedagógica de Steiner, pero sí estoy de acuerdo con el teósofo en que las instituciones escolares no deberían depender de ningún poder. (Es versión actualizada por mi de Steiner, porque él defendía solo la independencia del Estado.).

miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Cuánto nos queda para educarnos?

Esta mañana he ido a la librería "Lé", que está cerca de casa, a recoger un libro que había encargado. Cuando estaba pagando ha entrado un personaje saludando al público en general que, salvo, los empleados de la librería, éramos pocos, y el director del establecimiento le ha echado en cara que no le había saludado a él. La repuesta del personaje ha sido más o menos de este tenor: "Es que habiendo una chica tan guapa, no te he visto"; se refería, obvio a una chica que está en la caja. Todos han sonreído, incluida la señorita afectada.

Me he preguntado a mi mismo, en puro solipsismo para no montar una trifulca, las respuesta posibles en los siguientes casos:

  • Entra una señorita, y ante la interpelación del director del establecimiento, responde: "Es que habiendo un chico tan guapo, no te he visto.
  • Entra un señorita, y su respuesta es: "Es que habiendo una chica tan guapa, no te he visto".
  • Entra un personaje señorito, y su respuesta es: "Es que habiendo un chico tan guapo, no te he visto".
Nos queda todavía un buen trecho, ¿no?

Nota: Cuando abrieron la librería con tal nombre "Lé", me fui directo a google para saber de qué idioma era y qué significaba. Existe la palabra en francés, y significa, salvo error de mi memoria, el camino que dejaban en los márgenes de los rías los hombres que tiraban de las gabarras con cuerdas. Lo hable´con director del establecimiento y me dijo que se lo habían puesto los "creativos" porque sonaba bien.

lunes, 20 de mayo de 2013

Coordenadas del debate sobre el sistema escolar.

La aprobación por el Consejo de Ministros del proyecto de la LOMCE, y hoy, lunes, sobre todo por aquello de que el fin de semana es sagrado y ni laboral ni lectivo, ha disparado, no un debate sobre el sistema escolar y la reforma propuesta del PP, curiosamente en un único artículo de modificaciones del sistema escolar del PSOE, en un intento inútil de dimensionar a la baja la propuesta del PP, repito ha disparado un debate diseñada sobre eslóganes, con el tema de las clases de religión, no menor ideológicamente, pero solo uno de los que plantea la LOMCE.  

Mi admirado escritor, todavía y a pesar de los errores que acumula, conocidos porque es personaje público, JA Marina, en El Mundo de ayer, pretende reordenar, desde la autoridad del Centro de investigación educativa que dirige, es decir, amprado por una institución, como poniendo a salvo su opinión, planteando cuatro preguntas: ¿qué hay que enseñar? ¿cómo debe hacerse? ¿quién debe hacerlo? ¿dónde hacerlo? Sus repuestas, no por obvias y  evidentes, son menos importantes: contenidos que formen ciudadanos competentes; metodologías más eficaces y mejorando la gestión educativa; docentes con la formación "precisa" (la comillas son mías) para practicar las dos respuestas anteriores; en centros con mayor autonomía y bajo rigurosa evaluación. Añade, en su contribución periodística con el peliagudo asunto de ¿qué historia hay que enseñar?, y nos invita a participar en estos debates.

En una de las entradas de este blog, que ya no sé encontrar ni yo mismo, hice, creo recordar, un planteamiento más sencillo de plantear, un tanto más hondo y con la pretensión de no encorsetar demasiado, a ser posible, nada, el sistema escolar. Lo de la investigación educativa,opino, está muy lejos del debate sobre el sistema escolar, que es lo que la LOMCE, LODE y demás han planteado. Mi esquema de debate partiría de determinar, con la brevedad de unas pocas palabras, el fin o los fines de la ley que se puede plantear; la Ley General de Educación de 1970 pretendía suministrar el mercado de trabajo mano de obra mejor preparada, la LODE de 1985 extender el sistema escolar a la totalidad de la población hasta los 18 años (porque admitía dos repeticiones de curso). ¿Cuál es el fin último de la LOMCE? Me he leído despacio el tercer borrador del proyecto, y no sé resumir en tres palabras lo que pretende. En segundo lugar arbitrar instituciones y procesos adecuados al fin o fines que se pretenden; en el transfondo de este segundo paso late la necesidad de libertad de acción para cada institución, no solo autonomía, y ya sé que es difícil deslindar autonomía y libertad, pero la autonomía admite limitaciones, y la libertad no admite barreras; bueno, sí, una única que se mide por los medio y los fines, salvando la dignidad de los medios, sin admitir justificación de los mismos en la consecución de los fines; la LOMCE flirtea con el incremneto de poderes de los directores de los centros e instituciones, pero solo flirtea.  En tercer lugar, admitiendo la libertad institucional del segundo, elegir bases pedagógicas solventes y viables; la gran virtud de la LGE de 1970 es que dejó libertad  a las instituciones en las decisiones pedagógicas y metodológicas; solo el equipo que relevó al autor de la lay se casó, en matrimonio monogámico y dogmático, con las teoría de Piaget; la LODE hizo lo mismo, pero en vez de por la vía de los hechos consumados en el desarrollo normativo de la Ley, en la misma ley orgánica, uniéndose indisolublemente con el constructivismo de Ausubel; la LOMCE, en sus múltiples derivadas sobre los métodos pedagógicos  a utilizar parece retornar a la regla en las manos del maestro, aunque la esconde en el último momento, no llega a dar, por ejemplo con las seis reválidas que asume en la práctica, aunque solo se venden cuatro.

En resumen. Mi propuesta es declarar sin ambages el fin o los fines de la ley; dejar su puesta en práctica en  la manos adultas y formadas de directores, profesores y demás personas que deambulan por el sistema escolar; dejar en manos de los profesores (lo de docentes no arregla la pérdida de los "maestros") la elección de los modos y recursos pedagógicos.


sábado, 18 de mayo de 2013

Hay muchas maneras de "bordear" una ley.

He dedicado toda mi vida, profesional, se entiende, no es hora de confesiones, al sistema escolar. Desde que leí el Libro Blanco de 1969, antecedente obvio de la Ley General de Educación de 1970, caí en la cuenta de nadie, de ningún país, que  llegue al poder,  tampoco los de la UNESCO, y menos los de la OCDE, se cree, ni en broma, que atender debidamente a las personas que rondan entre el sistema escolar -desde los tres años hasta los veintiocho, desde los veinticinco hasta la jubilación o la derrota, mientras se tienen hijos en edad escolar-, es una tarea digna social y éticamente, pero en muchas ocasiones muy rentable políticamente. En lo único que creen, y el tertuliano ascendido a ministro de "educación", y esta denominación no es más que la constatación de un hecho publicado y refrendado en y por el BOE, con la firma de las dos máximas autoridades de nuestro querido país -y no tengo miedo a la palabra "nación"; simplemente no me la creo ya por demasiado joven y vieja a la vez-, es una prueba más. Se empeñan en encorsetar, no la educación por que no se puede, sino algo menor: aprender una parte mínima del saber universal; la parte que eligen  unos pocos, desconociendo sus consecuencias. Menos mal, y esa es y ha sido mi tranquilidad y mi reductor ético, que las personas que transitan  o han transitado como yo, por el sistema escolar desde los tres ángulos importantes, el cuarto, que es el que representan los que definen y aprueban las leyes, siempre han decidido hacerlo de acuerdo con los parámetros que consideran adaptados y justos a la realidad en que viven. Vamos, que las leyes van por un lado, y la realidad va por otros; para bien y para mal, pero eso no quiere decir que las leyes que encorsetan el sistema escolar tengan mejores intenciones. No encuentro adjetivos, ni sustantivos, ni verbos, ni adverbios, ni interjecciones -que serían las más convenientes en este caso- suficientemente fuertes para calificar la conducta del MEC en la tramitación, hasta la fecha, de la LOMCE. Y lo de menos es el valor académico de la religión, o las religiones, porque supongo que estarán todas en pie de igualdad.

Muy largo el párrafo; si le quito los signos de puntuación no se entendería  seguro, pero se parecería a uno de los capítulos de "Bella del señor" de Cohen. Ya está de hecho y de derecho cortado el párrafo. Punto y a parte. Brindo una solución práctica al asunto del valor académico de la clase de religión o de "¿educación ciudadana"? -¿es así como le llama la LOMCE?-; es muy fácil, en ambas materias, todos los alumnos del centro que pudiera dirigir tendrían como nota mínima un 8, solo por asistir, porque la escolaridad, la asistencia asidua a las clases, que además son obligatorias, para que no molesten por las calles ya posibilita el adquirir conocimientos que justifican el 8 de nota mínima; se acabó la discusión; puedo asegurar con hechos que es un sistema que funciona a la perfección.

La cuestión, el argumento, el tema, y si se quiere el susto, es lo que denuncio en el primer párrafo. Desde, y seguro que me equivoco en la fecha por problemas de descronificación, 1969 creo firmemente en las decisiones que toman las personas que transitan por el sistema escolar, y esto es lo que ocurre en España desde que  transité por él como alumno. Quiera o no el poder, el que sea, la libertad todavía campa por entre los entresijos del sistema escolar, porque no es posible educar, ahora sí, educar y con letras en negrita,  sin ser libres todos, incluidos las alumnas y los alumnos; si una ley escolar se acerca más al margen de libertad mínimo exigido para ser padre, profesor o alumno, pues mejor, y si no, cada uno decido, como debe ser, lo que cree más conveniente.

Dos requiebros finales para el tertuliano ascendido a ministro y sus paisanos del poder. Ya están en este blog, pero los transcribo de nuevo porque pueden tranquilizar conciencias y conductas de padres, profesores y alumnos, más allá de lo que un pobre ideólogo, y solo eso, ideólogo, pueda legislar. A propósito de legisladores del sistema escolar; la LODE, aprobada por diputados y senadores de nuestro país, inmortaliza el "constructivismo" como fundamento pedagógico del sistema escolar; dudo de que alguno de los votantes supiera de qué iba de verdad el asunto, y como otras muchas cosas, es algo que introdujeron en la ley los ideólogos de turno. El constructivismo es solo una derivada ideológico-pedagógica de las muchas posibles, de las muchas que se defienden académicamente; ¿por qué obligar por ley a creer en una teoría pedagógica? Con permiso de la autoridad académica, y hasta donde llegan mis escasos conocimientos teóricos, el constructivismo es una derivada de la psicología cognitiva en su vertiente instruccional -así, en abstracto, que suena a más académico; si le llamara "constructo instruccional", más académico- debida, sobre todo a Ausubel. Para seguir con el tema, remito wikipedia, porque da para muchas horas este asunto si se quiere. Pues cosas parecidas están ocurriendo con la LOMCE, y le he dedicado en este blog unas cuantas entradas, que solo han sido útiles para descargar mi indignación por los desacatos cometidos, y por todos los que se van a cometer. 

Antes de los requiebros, un dato. Al igual que la supresión de la monedas de uno y dos céntimos de euro que van a retirar para que no nos molesten en los bolsillos va a producir un redondeo de los precios al alza, por lo del redondeo a cinco o a cero, la rebaja de los conciertos  y la supresión de los mismo en la FP Superior se redondea con el valor académico de las notas de religión.

Estoy viendo, como si fuera un cuadro lo que estoy escribiendo, y me llama la atención que el corrector automático desconoce los siguientes términos: UNESCO, OCDE, éticamente, descronificación, blog, ideólogo, LODE, constructivismo, académicamente, instruccional, constructo instrucional, Ausubel, wikipedia. Toda subrayadas en rojo; mi diccionario es pobre, está claro. 

Los dos requiebros. La definición, no parece muy antigua porque se desconoce, de educación de Durkheim:

"Educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que no están todavía maduras para la vida social; tiene como objetivo suscitar y desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que requieren en él tanto la sociedad política en su conjunto como el ambiente particular al que está destinado de manera específica".

El segundo requiebro, de William Jhonson, que adoptó el apellido Cory al salir de Eton:

Al venir a esta escuela os comprometéis a una tarea no tanto de adquisición de conocimientos cuanto de realización de esfuerzos intelectuales mientras os sometéis a la crítica. Podéis conseguir cierto caudal de conocimientos; y no debéis lamentaros por la horas empleadas en acumular lo que acabaréis por olvidar, pues la sombra del conocimiento perdido al menos os protegerá de muchas ilusiones. Pero venís a una gran escuela no para adquirir conocimiento , sino para adquirir artes y hábitos: el hábito de la atención, el arte de la expresión. el arte de daros cuenta en un simple momento de una nueva idea, el hábito de someteros a censura y refutación, el arte de indicar asentimiento y desacuerdo de manera graduada y medida, el hábito de fijaros en los detalles con exactitud, el hábito de saber hacer las cosas a su tiempo, el gusto y la discriminación, el valor mental y la sobriedad mental. Sobre todo, venís a una gran escuela para conseguir el conocimiento de vosotros mismos.

Un tercero, de regalo, de Ruiz-Domènech, que es solo historiador:

la educación tendría que intentar reducir los obstáculos, disminuir la fricción, fortalecer la energía, y debería enseñar a la inteligencia a reaccionar, no al azar sino por elección, ante las líneas de fuerza que contraen su mundo.

No me cabe ninguna duda que la obcecación ideológica, similar a la mía, lo admito, impedirá a los autores de LOMCE comprender estas tres citas, al igual que la mía me impide entender el desbarajuste que supondrá, para la realidad del sistema escolar,  la LOMCE. Y uso desbarajuste porque acabo de leer, antes de escribirla, para no meter la pata, su significado. Copio del diccionario etimológico de Corominas y Pascual:

DESBARAJUSTAR, palabra de historia compleja, parece ser derivado peyorativo de barahustar, aplicado  a varias acciones que se practican con lanzas o armas arrojadizas, quizá compuesto de vara y un verbo hustar procedente del latín tardío FUSTARE, azotar, golpear. (....) y tras casi cuatro columnas de texto, este diccionario admite la derivada "desbarajuste", admitida por la Academia en 1843.

El Corominas y Pascual dice muchas más cosas, muy enjundiosas, pero transcribir de un texto a este blog me cuesta mucho esfuerzo. Para los más interesados, buscar el término en el diccionario citado. No resisto la tentación; este diccionario, al final de la entrada citada, remite a otras connotativas: ¡ véanse!, pues desbaratado, desbaratador, desbaratamiento, desbaratante, desbaratar, desbarata, baratar, desbarrada, desbarrar, desbarro, resbalar, desbastador, desbastadura, desbastar, desbaste, basto, desbautizarse, bautizar (...) desbocado, desbocamiento (...) desbravador, desbravar, desbravecer.

Todos estos términos están admitidos por el diccionario corrector de Google, salvo "desbaratante".

Y para ser justo, ya que he encontrado una buena lista, abreviada por mi, de los términos que el principio de esta entrada en el blog no conocía, tengo que reconocer que el Corominas-Pascual también recomiendo ver el término bravo. No tengo inconveniente en reconocerle bravura al tertuliano ascendido a ministro, lo que no significa en términos taurinos, ya que también defiende la fiesta nacional, ni bondad, ni rectitud en la embestida  ni aceptar la lucha en el albero a la que estaba destinado.