lunes, 27 de diciembre de 2010

Otra opinión.

Pinchando el título de esta entrada he reproducido "otra" opinión. No conozco el medio que lo publica, ni sé de qué pie cojean ni el medio ni el autor; me gustaría tener pistas. Puedo coincidir en lo del negocio y en lo de la influencia de la iglesia católica; pero no lo puede explicar todo en cuatro puntos, reclamando un modelo nuevo totalmente público; tiene toda la razón en que los países nórdicos (Finlandia entre ellos) tienen un sistema escolar público (no estatal), y que la enseñanza privada o no existe o no supera el 2% (en Suecia, y con modelos escolares muy específicos). No cita que en Suecia la financiación depende del proyecto y programa anual del centro, y que la asignación económica la dan los ayuntamientos. Hay tantas diferencias en tantas cosas; no olvidemos nuestra historia: durante 500 años la enseñanza ha estado en manos de la Iglesia.

Soy claramente partícipe de la idea de encontrar, y espero estar presente, un sistema escolar diferente, nuevo, que no arrastre el lastre de la revolución francesa y de Prusia. Un alumbramiento de algo distinto; el modelo que tenemos en este país no ha cambiado desde la Ley Moyano, aunque hay muchos que se han creído que reformaban el sistema público-estatal. Otra buena discusión es aclarar lo de público y lo de estatal.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Filosofía educativa (5)

¿Utopía, eutopía, o sólo topicazo? De lo que oigo y leo, debería concluir que la ética de los derechos humanos es, en el mejor de los casos, un topicazo; porque la ética está siendo reducida al ámbito individual, y en él se convierte en líquido, ni siquiera viscoso. La ética no tiene cancha ni en la vida pública (¿política?) ni en la economía. Los secretos de estado guardan, u ocultan, previsibles chorradas; lo malo es que estas chorradas desembocan en decisiones, y dejan de ser chorradas; quienes controlan los secretos de estado viven por encima de la ética, por supuesto, porque la razón de estado siempre ha estado al margen de la ética, de la moral, y de las verdades religiosas. La economía no se rige por principios éticos, sino por reglas económicas: competitividad, cuota de mercado, incremento de beneficios, bonus, externalizaciones, externalidades; quienes deciden, a cualquier nivel, en temas económicos lo hacen por encima de la ética también, porque en un mundo mundializado no se pueden parar en chorradas para no perder el tren en el que creen estar subidos.

Plantear la filosofía educativa de las cuatro entradas anteriores es creer, y querer, que la educación puede mejorar a la persona y a la sociedad.